viernes, 16 de septiembre de 2011 | By: Paco Lainez

Toros


Careto sobre colorao,

ojo de perdiz, bragao,

siempre avizor

y siempre inquieto

de temible arboladura

y algo corniveleto.

Lento deambula él,

fiero, de bella estampa,  

señor entre la torada

y como tal rey campa

y avasalla a la manada,

moviendo con lentitud

su pesada osamenta.


Bajo un sol candente

que es fuego abrasador

y es plomo ardiente,

busca cobijo a la sombra

asfixiante, polvorienta, 

bajo las viejas encinas

de las áridas dehesas.


Si alguno osa turbarle

despierta su fiereza

y rompen como truenos

en la tormenta,

corneándose fieros

con sus astifinas,

letales cornamentas.


sábado, 3 de septiembre de 2011 | By: Paco Lainez

Castaños


Los castaños se han despojado

de su hábito temporal,

para mostrarnos las heridas

recibidas a lo largo

de una vida inmemorial.



Brazos extirpados por el rayo,

troncos desventrados

por la virulencia del fuego,

artríticos nudos que arquearon

sus brazos arcanos, longevos.

lunes, 29 de agosto de 2011 | By: Paco Lainez

Devuélveme


Devuélveme

la noche en un suspiro

que sin ella no soy nada

y me siento perdido

confuso y desvalido.

La noche es apenas

breve tiempo de misterio

y tinieblas que nos aísla, 

cuando la madrugada

centinela la encuentra

sorprendida, desvelada.

Ese halo que la envuelve

le da sentido a mi vida,

esa paz, esa quietud

son mis fieles amigas.


Devuélveme su sombra

que es mi pasión vivir

bajo su farol apagado,

aluzado por la Luna

a su regazo abrazado,

su silencio, su soledad

son los únicos aliados,

los únicos compañeros

en las horas de desvelo

que me brindan consuelo.


Detenla, que no se aleje,

detenla que no se aleje

que me da miedo perderla.

Mientras lees unos versos

estas soñando despierto,

ella descansa yacente

serena como mar sin olas

con la marea encalmada.


Devuélveme la noche

con su sombra valedora,

que vivo para gozarla

y no deseo que retorne

la mañana con su aurora.

viernes, 19 de agosto de 2011 | By: Paco Lainez

Que hacer


Que hago ante la belleza

lábil, de tu piel nacarada,

solo puedo abandonarme

a la marea encalmada,

al suave vaivén de olas

que me lanzan a tu orilla,

si tus ojos me incitan

con su vivaz mirada.

Que hago con tus brazos

a mi cuerpo enredados. 

Ya deshojada de pétalos

la gentil rosa de tu boca,

que hago con los besos

que mi boca delineaban,

si esos labios codiciosos

como heridas sellados 

 a tu boca me ataban.


Que hago con tu mirada

azul como mar serena,

mirar de alma perdida

que vaga en soledad

como un alma en pena,

que hago con tu mirada

en mis ojos prendida,

porqué algo tan bello

debía de morir nunca

pregunta ella dolida.


Como resistiré el embate

de la sangre que hierve,

que por mis venas late,

sabedor que tu ausencia

será siempre inmortal,

sempiterna penitencia.


martes, 9 de agosto de 2011 | By: Paco Lainez

...melancolía


 
El crepúsculo se oculta

ya muere el día, oscura,

llega la noche y llega

cargada de melancolía.

 

Mil alaridos resuenan

en los alcores del alma,

bramaba a gritos por ti

desde aquella lejanía.

 

Atardece y llevo conmigo

todo el dolor del olvido,

las aguas del río se tiñeron

con la sangre de mi herida.

 

Como supo esa aflicción

la senda que la llevaría,

tantas almas por buscar

y vino a dar con la mía.


Yo, que sueño las voces

de las olas de tus mareas,

en los rápidos del rió

que corre entre las hoces.

 

Yo, que sueño las umbrías

sendas de las arboledas,

con las sombras encaladas

de tus angostas callejas,

 

yo, que sueño el horizonte

celeste de tus azoteas,

desde las elevadas cimas

cuando la aurora azulea.

 

Como evitar que pueda

poco a poco vencerme,

cuando se marcha el día

como evitar que se llene

mi alma de triste…

domingo, 24 de julio de 2011 | By: Paco Lainez

Cádiz

La gente dice que tienes

esa dulzura placentera

de una bahía encalmada,

la ternura amamantada

tras mil años de mareas.

Me seduce esa ensenada,

la magia de sus ocasos,

cuando reposan varadas

las barcas de La Caleta

después de cada odisea

en las horas de bajamar

al abrigo de la marejada.

Al desvelarse la aurora

se quiebra ese espejismo

de luna sobre las aguas

que la noche reflectaba.

miércoles, 20 de julio de 2011 | By: Paco Lainez

Botas



Has de saber por siempre

protectora compañera,

que tu serás para mi,

la última y la primera.

 

Que te podría decir

que tu no sepas de mí,

si a ritmo acompasado

desde el principio al fin,

 

si jornada tras jornada

paso a paso las veredas,

una vida entera juntas

las dos hemos andado.

 

Cruzamos fríos arroyos,

empantanadas veredas,

alfombrados senderos

y umbrías torrenteras.

 

Arrastramos el polvo

de soleados caminos,

descansamos unidas

en olvidados pueblos.

 

Hasta que un día al fin

de nosotros se olvidaron,

nuestras suelas gastadas

su debilidad mostraron.

 

Ya viejas, extenuadas,

juntas, sin un te quiero,

ni una triste despedida

nos tiraron al vertedero.


viernes, 15 de julio de 2011 | By: Paco Lainez

Labios


Olvídate de los besos

lee, lo que te dice mi boca

y aprende de su dictado,

que no sabe de amores

quien nunca ha amado,

que no sabe más de amor

aquél que más ha amado,

que es más sabio en amores

el que más se ha entregado.

Acércame tus labios

con tu inocencia primera,

que mis quince primaveras

no tienen licenciatura,

pero ello no importará

para que a solas tu y yo

no soñemos quimeras.

Acerca tu boca amada,

ofréceme tus labios

que los míos se mueren,

de ansiedad por besar

esa boca enamorada.


viernes, 17 de junio de 2011 | By: Paco Lainez

La primera vez


Volviste con el Levante

un día al nacer el alba,

de pétalos cubriré

niña, tu desnudez malva.

 

Pétalos bajo tus pies

para recibirte amada,

recuerda mi corazón

tu sonrisa enamorada,

color de rubí el carmín

de tu boca deseada.


Soñé olor de jazmines

los paseos y las fuentes,

soñé aquellos jardines

y tus besos adolescentes.


Por el túnel de las rosas

paseamos enlazados,

besó tu boca mi boca

bajo el farol apagado,

dulce como la miel dulce

así sabían tus labios.


Recuerdo que fue esa noche

la primera vez que tuve

tus senos entre mis manos,

esa fue la primera noche

que los besaron mis labios.

 

Hubo otros abrazos, otros besos

pero lo que yo sentí esa noche,

jamás, jamás volví a sentir eso.

De mi libro: Poemas del Mentidero
martes, 14 de junio de 2011 | By: Paco Lainez

Aprendiendo


He aprendido a escuchar

la soledad mientras oía,

como medraban fértiles

las esporas del silencio,

bajo las ramas torcidas

de los coloridos rosales.

En un simple descuido

oliendo las fragancias

de rosas aterciopeladas,

entre invisibles espinas

dejé jirones de mi piel

por donde mis arterias

semejando alquitaras

a gotas se desangran.



Que culpa tiene la rosa

si yo soy el descuidado.

viernes, 3 de junio de 2011 | By: Paco Lainez

Esbozos del barrio

Plaza del Mentidero

Tuve un cielo añil

y un barrio radiante

de níveas fachadas,

adonde reverbera

la magia seductora,

la luz embriagadora

de sus casas encaladas.

Tuve un cielo azul

y un parque sublime

con piso de albero,

Parque Genovés

un teatro abierto

donde cada noche

danzan bailarines

plateados luceros,

un estanque, patos,  

umbríos rincones

y una fuentecilla

de niños llorones.

Un mirador al mar

de piedra ostionera*

y puente de madera,

Fuente de los niños

desde donde fluye

una sutil catarata

a la exigua alberca.

Una ventana al mar

que me concedía,

el fastuoso paisaje

de su divina bahía.

Un balcón al mar

sobre la cascada,

debajo una gruta

de piedra dorada*,

adonde se ocultan

para ceder sus besos

tiernas enamoradas.

Mirador, cascada y gruta

Desde mi azotea

calcinada de Sol, veo,

sus torres miradores,

airosas espadañas,

desde mi azotea

bañada de Luna,  

escucho en la noche

el silbo del viento

y el batir violento,

feroz de la marea.


Azoteas

* La piedra ostionera característica 
   de la ciudad es de color dorado